Madrid pide compromisos urgentes frente al cambio climático

La crisis no es excusa para no actuar, ya que las consecuencias serán mucho peores. Por eso, bajo el lema “cambio climático: comienza la cuenta atrás”, un año más organizaciones sociales, ecologistas y sindicales se manifestaron en Madrid para exigir medidas drásticas y urgentes contra el cambio climático, cuyos efectos se están produciendo ya de forma clara y alarmante. La manifestación ha tenido lugar hoy sábado 25 de abril, como colofón final a los actos que durante esta semana se han realizado por el Día de la Tierra. Transcurrió desde la plaza de Jacinto Benavente hasta la Cuesta de Claudio Moyano con la participación de más de 5.000 personas.

La Plataforma Ciudadana contra el Cambio Climático considera el año 2009 clave en la lucha contra esta amenaza. Durante la Cumbre de las Naciones Unidas que tendrá lugar en diciembre en Copenhague, se decidirán los detalles del acuerdo que dará continuidad al Protocolo de Kioto. Sin embargo, no hay muestras claras de progreso en las negociaciones. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo, la pérdida de hielo de los casquetes polares ha sobrepasado las peores previsiones científicas, y millones de vidas humanas y de especies vegetales y animales están en peligro.

Por otra parte, España sigue siendo el país de la Unión Europea más alejado del cumplimiento de los objetivos de Kioto.

Por todo ello, al final de la manifestación, los actores Soledad Mallol y Pepe Viyuela leyeron un comunicado en el que se solicitaba al Gobierno español que apoye en la cumbre de Copenhague un nuevo acuerdo justo y ambicioso para evitar que el aumento de la temperatura media del planeta sobrepase los 2ºC. El acuerdo deberá basarse en el abandono de la quema de combustibles fósiles en la producción de energía, la apuesta definitiva por el ahorro y eficiencia energética y por las energías renovables. También se solicitó que se dejen de apoyar falsas soluciones, como la captura y almacenamiento de carbono o la energía nuclear y se pidió el impulso, también por parte del gobierno, de un acuerdo a nivel europeo con las mismas premisas.

La Plataforma Ciudadana contra el Cambio Climático considera que la crisis global en la que estamos inmersos es consecuencia de un modelo insostenible, por lo que es el momento de dar un giro y apostar por vivir sin exceder la capacidad de nuestro planeta utilizando los recursos de forma sostenible y con equidad. La crisis no es excusa para no actuar y, de hecho, si no invertimos la situación presente, las consecuencias económicas de no hacer frente al cambio climático van a ser mucho peores.

ORGANIZACIONES SOCIALES REPRESENTAN EN MADRID LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO


El sábado 24 de octubre, Día de Acción Global contra el Cambio Climático se han celebrado en todo el mundo actos para reivindicar una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Al Día de Acción Global contra el Cambio Climático se le conoce como día 350, en referencia a la concentración atmosférica de GEI en Partes Por Millón de CO2. Debemos mantener esa concentración por debajo de ese valor para impedir que se desencadenen las consecuencias más graves del calentamiento global.

La Plataforma Ciudadana contra el Cambio Climático (formada por organizaciones sociales, ecologistas, sindicales etc.) mostró, mediante una parodia en la Puerta del Sol, las consecuencias catastróficas que tendrá el cambio climático sobre el planeta. Tres personas de diferentes épocas, el presente, el año 2020 y el año 2050 aterrizaron en la Puerta del Sol para mostrar cómo el medio ambiente y sus condiciones de vida se habían ido deteriorando. En el 2009, en medio de la indiferencia generalizada, se empezaban a notar algunos de los efectos del calentamiento global. En el 2020 las consecuencias del cambio climático eran más que evidentes, y aunque se hacían ya algunos intentos para por fin cambiar las cosas... era demasiado tarde: en el 2050, por culpa de la inoperancia de los gobiernos del mundo, el tiempo se nos había acabado para actuar contra el cambio climático y sus consecuencias eran ya catastróficas.

La Plataforma Ciudadana contra el Cambio Climático considera el año 2009 clave en la lucha contra esta amenaza. Durantes las Cumbres de las Naciones Unidas que tendrá lugar en Noviembre y Diciembre en Barcelona y Copenhague respectivamente, se decidirán los detalles del acuerdo que dará continuidad al Protocolo de Kioto. Sin embargo, no hay muestras claras de progreso en las negociaciones. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo, la pérdida de hielo de los casquetes polares ha sobrepasado las peores previsiones científicas, y millones de vidas humanas y de especies vegetales y animales están en peligro.

También recuerda que España sigue siendo el país más alejado del cumplimiento de los objetivos de Kioto. La Plataforma Ciudadana contra el Cambio Climático considera que es el momento de dar un giro y apostar por vivir sin exceder la capacidad de nuestro planeta utilizando los recursos de forma sostenible y con equidad. La crisis no es excusa para no actuar y, de hecho, si no invertimos la situación presente, las consecuencias económicas de no hacer frente al cambio climático serán mucho peores. Pedimos que se dé a la lucha contra el cambio climático la prioridad y la urgencia necesaria por lo que proponemos:

- Conseguir una reducción del 50% de las emisiones globales antes de 2050 con respecto a los niveles de 1990. Para ello, los países industrializados deben obtener una reducción del 40% de sus emisiones para el año 2020 y de un 80% para 2050.

- Hacer una apuesta plena por energías renovables y eficientes, y una transformación de los sistemas de transporte basados en la combustión de petróleo. Aunque estas políticas resulten costosas, serán rentables a medio plazo y podrán crear millones de nuevos empleos “verdes” productivos.

- Aportar fondos para hacer accesibles globalmente las tecnologías limpias, reducir la deforestación y adaptarse a los efectos inevitables del cambio climático. La contribución de cada país ha de basarse en su responsabilidad histórica en la generación de emisiones y su capacidad para reducirlas. Los países industrializados deben ayudar al resto trasfiriendo la tecnología y medios necesarios para controlar las emisiones.

- Concretar la aportación de los fondos públicos necesarios y establecer que la ONU sea la reguladora y supervisora de los flujos financieros. Se necesitarán grandes inversiones para transformar la economía actual, dependiente en un 80% de los combustibles fósiles.

DÍA DE LA TIERRA: MANIFIESTO POR EL CLIMA CAMBIO CLIMÁTICO: COMIENZA LA CUENTA ATRÁS

“El planeta también está en crisis. Por un modelo justo y sostenible”.

Las asociaciones ecologistas, vecinales, de consumidores, sindicatos, plataformas ciudadanas, organizaciones sociales y de desarrollo convocantes, en representación de muchos ciudadanos y ciudadanas preocupados por el cambio climático, pedimos que se de a la lucha contra el cambio climático la prioridad y la urgencia necesaria para evitar que a la crisis financiera se sumen los impactos del calentamiento global, con graves consecuencias ecológicas, sociales y económicas.

El año 2009 es clave en la lucha contra el cambio climático, ya que a finales del mismo se van a tomar las decisiones que configurarán el marco global que regirá los compromisos que asuman los países para luchar contra este importante problema. En la Cumbre de las Naciones Unidas de Cambio Climático que tendrá lugar en Diciembre en Copenhague se decidirá la forma del acuerdo que sustituirá al Protocolo de Kioto una vez que éste haya expirado su periodo de vida a finales de 2012.


El cambio climático está provocado por la actividad humana y sus impactos ya son evidentes. El IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas), en su último informe señala que la temperatura media ha subido 0,74º C en los últimos 100 años. Sin embargo, el IPCC también confirma que esos impactos se pueden mitigar estabilizando los gases de efecto invernadero de modo que no se superen los 2º C de incremento de la temperatura global respecto a la época preindustrial, usando para ello las tecnologías actualmente disponibles o aquellas que se espera sean comercializadas en las próximas décadas e incidiendo en el ahorro energético.

Se trata además de un problema que afecta y afectará de forma más severa a los países empobrecidos que en modo alguno son responsables de su génesis. Entre las consecuencias más graves está la pérdida de producción agraria que aumentaría la inseguridad alimentaria, mayores dificultades para disponer de agua y mayor vulnerabilidad a enfermedades y catástrofes climáticas como sequías o inundaciones. Hay consenso en que el cambio climático hará crecer el número de refugiados ambientales.

En España esta subida de temperatura ha sido aún mayor y ello se ha traducido en que nuestros glaciares han reducido su extensión y las olas de calor, las sequías y los cambios abruptos de temperatura y precipitaciones sean cada vez más frecuentes. Es también perceptible una menor disponibilidad de recursos hídricos. Todos estos factores están teniendo ya graves consecuencias para sectores importantes de la economía como el agrario y el turístico.

Por ello, las organizaciones convocantes pedimos al gobierno que:

A nivel Internacional, apoye en la cumbre de Copenhague un nuevo acuerdo justo y suficientemente ambicioso que sustituya al Protocolo de Kioto, basado en los siguientes principios:

a. Los países industrializados deberán comprometerse a reducir sus emisiones con medidas internas al menos un 30% para 2020 y de un 80% para 2050, respecto de los niveles de 1990.

b. Apoyar a los países empobrecidos, y a las economías emergentes, a que reduzcan sus emisiones respecto a su tendencia actual para antes de 2020, mediante transferencia de tecnología, comercio e inversión que posibilite satisfacer sus necesidades energéticas de forma limpia y sostenible.

c. Proporcionar financiación suficiente, estable y adicional para la adaptación de los países en desarrollo a los impactos del cambio climático.

d. Asegurar que las emisiones procedentes de la deforestación y degradación de los bosques se reduce drásticamente respetando los derechos de los pueblos

A nivel Nacional le pedimos que cumpla el Protocolo de Kioto principalmente con medidas internas y se comprometa con objetivos nacionales para 2020 mucho más ambiciosos que los establecidos en el Paquete energético, que en ningún caso deberán ser menos ambiciosos que los establecidos por el Protocolo de Kioto.

Además de al Gobierno Central, también pedimos a las Comunidades Autónomas, a los Ayuntamientos, a los partidos políticos, y a las empresas, sobre todo a las grandes compañías energéticas, que den a la lucha contra el cambio climático la prioridad que se merece.

La crisis global en que nos encontramos es la consecuencia de un modelo de desarrollo insostenible. Es el momento de dar un giro y apostar por vivir sin exceder la capacidad de nuestro planeta utilizando los recursos de forma sostenible y con equidad. Otro modelo de desarrollo es posible, empezando por un cambio a un modelo energético basado en el ahorro, la eficiencia energética y las energías renovables. No queremos políticas que por un lado favorezcan mínimamente a las energías limpias y por otro mantengan los privilegios de las energías sucias.

También es urgente avanzar hacia una movilidad sostenible. En vez de seguir alimentando el crecimiento desmesurado del transporte motorizado con ayudas millonarias a la industria automovilística y creando nuevas carreteras, apostar por una ordenación territorial que disminuya las necesidades de transporte, así como por el transporte público colectivo, y avanzar hacia un modelo intermodal que fomente el transporte ferroviario tanto de personas como de mercancías.

Algunas medidas que consideramos urgente abordar son:

• Elaborar, impulsar y aprobar leyes contra el Cambio Climático, de Ahorro y Eficiencia energética, de Movilidad Sostenible, de Energías Renovables y de Fiscalidad Ecológica.

• Aprobar una planificación energética de medio y largo plazo que establezca objetivos concretos, de obligado cumplimiento, para el ahorro y uso eficiente de energía y la producción renovable.

• No autorizar la construcción de nuevas refinerías de petróleo, y aplicar una moratoria de nuevas centrales térmicas a partir de combustibles fósiles, mientras no se demuestre que todas las alternativas de energía limpia (uso eficiente de la energía, gestión de la demanda, cogeneración y renovables) están agotadas o no son suficientes.

• Poner en marcha un plan de cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares existentes. La nuclear no es la solución al cambio climático.

• Poner fin a las subvenciones, directas e indirectas, a los combustibles fósiles y a la energía nuclear, e internalizar todos sus costes externos sociales y ambientales, asegurando que el precio de la energía final refleje todos los costes según la fuente utilizada. Contaminar tiene que salir caro.

• Eliminar las subvenciones, directas e indirectas, a proyectos de I+D en tecnologías que no pueden ser de ninguna manera la solución al cambio climático y sin embargo suponen graves riesgos ambientales.

• Reformar el mercado eléctrico eliminando las barreras a las renovables, y a la gestión de la demanda.

• Revisar en profundidad el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), condicionando y paralizando la construcción de todas las nuevas infraestructuras viarias hasta que se realice una correcta evaluación de su impacto ambiental, teniendo especialmente en cuenta su incidencia en la Red Natura 2000.

• Prohibir la producción de gases de efecto invernadero como los CFCs, HCFCs y HFCs que aún se sigue realizando en nuestro país.

• Dar más y mejores ayudas para mitigar y prevenir los efectos del cambio climático en los países empobrecidos. Crear un fondo de adaptación, que puede proceder de la fiscalidad sobre los combustibles fósiles y nucleares, que permita desarrollar actuaciones para paliar los impactos del cambio climático.

• Facilitar la transferencia de tecnología a los países empobrecidos en condiciones justas, en pago de la deuda ecológica.

• Promover el desarrollo de un modelo agroalimentario que reduzca sus efectos negativos sobre el clima, que tenga en cuenta el derecho de los pueblos a una alimentación y medio ambiente sano, a decidir los alimentos que quiere consumir y cómo se tienen que producir y a definir su propia política agraria y alimentaria, con pleno acceso a la tierra, al agua y a las semillas.

• Promocionar una consensuada política forestal, basada en especies autóctonas, sostenible y que prevenga la desertificación.

• Promocionar y apoyar a las empresas que adapten sus procesos productivos minimizando su incidencia en el cambio climático mediante cambios a tecnologías más limpias, reducción del consumo de energía y de agua, implantación de sistemas de gestión ambiental verificados, etc.

• Exigir a las administraciones públicas (central, autonómicas y locales) medidas que en el marco de sus competencias implanten y favorezcan políticas que frenen el cambio climático.

• Promover campañas de sensibilización ciudadana y educación ambiental para que cada persona contribuya en su ámbito de acción a la reducción de emisiones.

La cuenta atrás ya ha comenzado. Los ciudadanos y ciudadanas exigimos a las administraciones que aprovechen este momento de crisis para apostar por un modelo justo y sostenible. El cambio sí es posible.